En “Sistemas Emergentes” Steven
Johnson plantea una teoría basada en los patrones comunes de interacción
organizacional, argumentándola mediante las relaciones estudiadas que se dan en
las colonias de hormigas, el funcionamiento de las neuronas, el software y las
dinámicas en las ciudades. Johnson afirma que es la existencia de patrones la
que permite la llegada a los sistemas emergentes, los cuales para el autor son
organismos con gran capacidad de generar conductas o procesos de innovación que
llevan a la adaptación dependiendo de las condiciones donde se encuentre. A lo
largo de la lectura, se usan términos relacionados a la interacción, lo
individual y lo colectivo, al desarrollo y a diversos sistemas que aclaran cada
vez más la teoría planteada, así como estudios de otros autores como A. Turing
que han desarrollado este tema o términos que tienen que ver con este como la “morfogénesis”.
Según Johnson, estos sistemas se
generan a partir de comportamientos individuales que luego tienden a
convertirse en colectivos, así creando interacciones emergentes donde a partir
de orígenes simples sin ninguna guía o plan se llega a una complejidad cada vez
mayor que implica adaptación a lo nuevo. La forma de operación de estos
sistemas, donde se ve la colectividad más que la jerarquía lleva a un mejor
resultado, pues no se depende de un “brazo ejecutor inteligente” sino se va
adoptando lo útil de cada interventor. Estos sistemas complejos de adaptación desarrollan
comportamientos emergentes, los actores comienzan a producir comportamientos en
un nivel superior a ellos, como el caso de las hormigas y la creación de las
colonias.
El funcionamiento de todos estos
sistemas anteriormente mencionados, no sería posible sin la auto-organización,
ya que esta ayuda e interviene en la simplificación del proceso puesto que se
habla de patrones de comportamiento que conllevan a un resultado que por lo
generar está premeditado hacia un fin.
Sin embargo, al ser estos
sistemas con auto-organización se basan en el desorden y en la no
planificación, lo que los lleva a ser emergentes como se ve claramente en el
caso de las ciudades las cuales no siempre son planeadas sino tienen una
formación más espontanea que responde a las necesidades de la época en que se
crean y van alterándose según se vaya abriendo paso al cambio y estilo de vida
de sus habitantes.
Las ciudades son un gran ejemplo de sistema emergente y
donde se pueden encontrar infinidad de patrones que las conforman y es por esta
razón que se da tanta diversidad en ellas, pues la mezcla entre diferentes patrones
permite obtener múltiples resultados; uno de los puntos en los que hace
cuestionar la lectura es acerca de la comprensión que se tiene sobre estos
patrones y plantea este conocimiento como clave para el entendimiento de lo que
es cada ciudad y como posible herramienta para poder señalar entre lo positivo
y lo negativo de esta para no cometer los mismos errores en un futuro o cambiar
un aspecto que beneficie solo por no saber cómo desarrollarlo o mantenerlo.
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